Llevo unos meses en silencio, no es por ti, tampoco por mi. Me gusta el silencio.
No voy a hacer un resumen de lo que he hecho en este tiempo, mi vida es aburrida. Por eso, no tengo tiempo para contarte mis historias, ni twittear mis mejores momentos. La confianza es así de desagradecida y permite este tipo de feos a la gente que te importa. Pero escribir no conoce distancias al igual que la amistad, y de la misma manera que puedo teclear cuando quiera sé que puedo volver a ti, recibir un abrazo si lo necesito y romper mi silencio en lágrimas.
También me gusta la risa, pero eso será otra historia...
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